La etapa contemporánea del cine en tres dimensiones comienza en 2006, con la introducción del cine digital y todos sus beneficios. Al principio únicamente se estrenaban películas renderizadas con CGI, pues es muy sencillo extraer la información necesaria para obtener una imagen tridimensional en este formato. Posteriormente, con la creación sistemas de cámaras de cine duales, para captar la estereoscopía, se fue introduciendo en las películas de imagen real. Avatar fue, de hecho, la primera gran película en rodar imagen real en el nuevo formato digital.
La técnica del cine en tres dimensiones, al igual que la de las gafas para apreciarlo, se basa en la del estereoscopio.
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